Un nuevo estudio plantea importantes cuestiones sobre la rusticidad genética de las manzanas domesticadas y su palatabilidad. En la mejora genética de las manzanas para aumentar su resistencia a las enfermedades, se ha producido un descenso involuntario de las características de rusticidad y sabor. Esto plantea un reto a los obtentores: ¿cómo mantener el dulzor y el sabor al tiempo que se mejora la resistencia a las plagas?
Los métodos modernos de cultivo de manzanas requieren una cuidadosa selección de progenitores con las características adecuadas, lo que puede llevar mucho tiempo. Sin embargo, la creación de un mapa genético detallado puede simplificar mucho el proceso. Al conocer el pasado evolutivo de las manzanas y sus parientes silvestres, los mejoradores podrán predecir con mayor eficacia rasgos deseables como el dulzor, la textura crujiente y la resistencia a las plagas.