Las babosas marinas sorprenden por sus colores brillantes y formas inusuales que les sirven de defensa contra los depredadores. Un estudio del Dr. Cedric van den Berg, de la Universidad de Queensland, analizó 45 especies de babosas para averiguar cómo sus patrones de color les ayudan a evitar los ataques. Los colores brillantes y contrastados indican a los depredadores potenciales: «No me comas, soy venenoso». Estas criaturas se basan en señales aposemáticas: patrones llamativos que indican toxicidad.
Activas durante el día, las babosas utilizan la luz para atraer la atención de los peces con visión tricromática. Por el contrario, las nocturnas tienen patrones más tranquilos.