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Las pirañas, que viven en el río Amazonas desde Argentina hasta Colombia, pueden, en efecto, mordisquear hasta los huesos a una vaca o a un hombre en poco tiempo. Pero su tamaño -unos 25 cm y 1,3 kg de peso- no es tan grande. La más agresiva de las 20 especies, la piraña de vientre rojo, crece exactamente según estos parámetros, y sólo la piraña negra suele ser más grande.
Es importante señalar que no es su tamaño lo que determina su ferocidad, sino sus dientes. Roosevelt no mentía: los ataques de pirañas son posibles, pero eso no significa que supongan una amenaza constante para los humanos.